No se en que momento me deje convencer por tu hipocrita actuación de principe misterioso.
No puedo creer que heriste mi orgullo una infinidad de veces y que luego pudiste acallarme con el suave deslizar de tus manos por mi cintura, ¿eran tus dedos que sabian bien por donde caminaban? o era mi cuerpo el que deseaba que marcaras con lineas mi cintura?
Mi cerebro estaba en remojo, y mi orgullo asustado de que te detuvieras.
Tu le dabas un toque de misterio uno que no me dejaba pensar...
y yo le daba un toque de ingenuidad sobreactuada aunque tu hipocresia me daba a entender que sabias perfectamente lo que hacia, demaciado bastardo como para no haberme dado cuenta :)
Pero aún asi te dejé, y no del verbo "te dejé ir" lo que habria sido el fin de mis problemas, si no que del verbo "te dejé hacer lo que quisieras" por que soy debil cuando te acercas, soy debil cuando me tocas, soy debil cuando se trata de tu puta humanidad, lo siento, pero es asi :)
Me gustaria creer que gané algunos de tus juegos, pero no tengo pruebas suficientes y mi conciencia se niega a recordar.
Por eso de alguna forma me gustaria poder desprenderme de ti, pero desgraciadamente la parte más irracional de mi (osea mas del 50%) no quiere, no quiere, no quiere y no quiere, al contrario desea seguir tu juego tan destructivo y enfermo, tan misterioso y efímero...
Y aqui te sigo esperando y se que tu también lo haces baby...
"El problema, no fué hallarte
el problema es olvidarte"
"El problema no es que juegues
el problema es que es conmigo"
"Si me gustaste por ser libre, quién soy yo para cambiarte"
nee...Owari-desu
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