Solía esper-arte
me sentaba bajo matices de memorias heridas...
Tu siempre volvias, con cansancio, con el peso de la vida en tus hombros, volvias para que yo te cobijara, y esperabas como una droga la inyección de vida necesaria...
Hasta hoy.
Algunos me dicen que no puedo salvarte, que tu cuerpo está cubierto de heridas que no quieres dejar.
Me dicen que te adaptaste a ellas, que las aceptaste y que incluso las cobijas bajo tu suave piel marmorea.
Me dicen que tu memoria es una herida abierta, es sangre...
Me dicen que no te perdonas, y yo se que no perdonas a nadie...
Se que para ti los dias estan muertos, y que las noches son tormentos infinitos...
Lo se...
Pero a pesar de todo
Me faltas y te falto
Por que mi soledad no es tu soledad
Mi soledad es asesina y se esconde en los rincones más macabros de mi ser.
Si te juré
(lo hize aunque no tengas que enterarte)
y te recontra juré estar bien
es por que más allá de las horas en silencio, de los cielos, o placebos, o sonrisas inventadas, o habismos misteriosos, o escaleras interminables...
Tú me esperaras...
Y eso le da cuerda a mis pies, para siempre, poder encontrarte.
Owari.
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