sábado, 31 de julio de 2010

Perdida

Asumí que despues de ver partir el bus, tendría que venir con su ida unas irrefrenables ganas de ser infeliz, y llorar, y no estar sola por motivos obvios.
Quize creer por escasos segundos que eso no ocurriría, que por alguna inhumana razón me volvería fuerte aunque sea el tiempo suficiente para no sufrir por la misma razón.
Concideré tambien que la insensibilidad no era un termino tan erroneo dentro de aquella situación.
Pero no parecían haber muchas opciones factibles.
Sonreí con cierto tinte de ironía y la negación se presentó más tarde de lo que esperaba.

Era como el joker que te sale en un juego que no puedes ganar. Y sin tener opciones lo usé sabiendo que cuando lo perdiera, lo demas se lanzaría a mí como una avalancha de dardos en todo el cuerpo.
Y definitivamente no me sentia optimista con aquella aceptación.
Esas heridas dolerian.
Que horrible se hacía el sentimiento que poco a poco se colaba por mis venas.
De pronto me sentía en una habitación anónima con una naturaleza muerta de frutas parcialmente visibles.
No había nada, nada que yo quisiera conciderar importante o ligeramente capaz de hacer recapacitar mis ganas de ser optimista.
No sabía como confrontar mi angustia y que algo bueno saliera de ella. Era un hueco vacío tan, pero tan frío que lograr cierta apariencia de normalidad se hacía una tarea importante.
Algún dia... pensé...
Amaré
no lloraré partidas
seguiré lo que amo
no extrañaré
olvidaré rapido
y definitivamente
dejaré de ser tan frikeada.
Algún dia Belen... Algun dia.
Yo me decía a mí misma "esta es una forma increible de canalizar mi perdida" pero eso no cambiaba el hecho que mi vida de pronto se estaba callendo a pedazos.
Me picaban los ojos, y no del salado de una buenas lagrimas si no que de la falta de destellos que se habian marchado a iluminar otro sitio.
Tal vez me hubiera gustado caerme ese dia para que hubieran hecho un ultimo gesto de cariño intenso hacia mi, que necesidad de fotografiar un rato más unas miradas de amapola y adicción.
Pero el dia se habia acabado y con el mis ganas de seguir siendo feliz.
Sabía que el tiempo no apremiaba desencuentros pero en mi mente no podía encontrar ningun error que me hiciera conciderar que aquello en cierto punto podria ser lo mejor.
Que ganas de que alguien hubiera estado a mi lado en ese momento, pero estaba sola y no sabía si habia sido mi autocongelamiento el causante o simplemente era mi fiel mala suerte alimentando mis méritos.
Me di cuenta que no tengo la capacidad de reproducir recuerdos dos veces, la autenticidad de los destellos me quemaba la piel, habian sido, ahora no estaban y se borraban como una cinta antigua y desmantelada.
Que horrible desorden de imagenes sin rostro, que vacío y agobiante era no poder describir cada instante en que quize que el tiempo me regalara más segundos.
Nada habia sido suficiente, faltaron sonrisas, silencios, bancas, anecdotas, comidas, salidas, entradas y risas, muchas risas.
Cuantas palabras, cuantas nomenclaturas intentaba atrapar con mis manos para que no se escaparan de la poca locura que estaba asumiendo.
Pero se escaparian, igual que el incesante llanto que brotaba de todo mi cuerpo
Mis manos lloraban la falta de tacto, la lloraban a mares de incertidumbre y dolor.
cada centimetro de mi, se hundía en un pantano de oscura negación.
Preferí por un momento cerrar los ojos y enumerar alguna sana salvación.
Definitivamente no quería "auto-suicidarme", como diría una personita por ahi...
Asi que decidi bloquear cualquier canal que quisiera atentar contra mi locura.
No pensar. no sentir ningun tipo de emoción, bloquear, negar e intentar recapacitar un momento de lucidez.
Fué casi una hora de intentos fallidos, de nuggets y papas fritas con sabores cuestionables, hasta que porfin sentí que podía seguir viviendo.
Mi depresión por el momento volvía a su caja de pandora, pero en mi se guardaba la certeza de que volvería, era sólo cosa de regalarle suicida, el momento indicado para actuar.

"No podría describir en cifras cuanto aumenta cada segundo las ganas que tengo de volverte a ver (claro, las cifras nunca se me han dado bien) y ninguna palabra podría definir lo que siento en este momento (indescriptible tampoco abarca lo suficiente) pero, extrañamente, si se me da bien ensayar, asi que hoy he decidido a dulces suspiros dejar la conversación abierta, el cigarro encendido y el café sobre la mesa, sólo con eso, tengo la esperanza cada día de que volveras más pronto"

¿Owari?

No!
Esta no es la ultima parada

-Risa-


No hay comentarios:

Publicar un comentario