El dulce efluvio de la desesperación
me intriga
Inscontante como vivir con los pies en el suelo.
¿A donde me llavarán estas hojas llenas de inviernos y reproches?
Mis palabras no obedecen mis ganas de querer ser constante.
De querer ser violeta.
De que mis ojos sean de color 23
Una simple pausa de Agosto.
Asincerada y confusa.
Que quiere evitar cada mirada
sulfurada y
sutil
Tapando así los aullidos que hablan
de carencia
de asombro y lagrimas.
Mis manos extinguieron así
los suspiros
y supieron transformar tanto
lo irreal
como lo humano.
Ahora no tengo fechas
ni nervios contenidos.
Solo cargo
una buena tristeza repentina
y conmigo en el perchero
una soledad sin vestido.
Owari.
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