martes, 19 de octubre de 2010

Mi enfermedad tiene tu nombre

No es que no quiera (si quiero maldición, you know)
Pero la falta de tiempo no es un alejamiento progresivo dentro de mi mente.
Es extraño
Pero te sigo pensando, soñando, nombrando... (a veces te deliro un poco)
Y no es que me moleste, pero es implacable y lo implacable no es algo que yo pueda controlar (y tampoco es que lo haya intentado con todas mis fuerzas)
ni una excusa para llegar al cansancio (nunca me cansas)
¿No es obvio?
Necesito de ti más de lo que yo considero que es sano.
Y hacer aquella aclaración ya me deja en un estado psiquiatrico clave.
No debía aceptar que tenía un problema, ya que por ende me haría un enfermo.
No se si lo notas...
Pero mi enfermedad tiene tu nombre,
Y no se si cabe la menor duda de ello pero la cura tambien (tu nombre, tu apellido, tus dudas, fuck, te amo)
y no es que me cueste trabajo quererte como te quiero
pero a veces el huerto de espigas temporales duele un poco (sólo un poco bebe)
y no me culpo
Solo es mi culpa no saber en que parte del proceso me encuentro: amor, olvido, aceptación. Digo para tener claro cuanto espacio adjudicar a la agonía y no utilizar tus ojos para irradiar una idea (es que me inspiras bebe)
Soy sin razón y escribo sencillo para que entiendas
Si de morir se trata, mírame bien a los ojos
que estos moriran con tu nombre atado a las pupilas.

Owari






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