Creo que eso fue lo que ocurrió nuevamente... Y es que desde el primer momento en que vi al pequeño oso de nombre Teddy, me dio una curiosidad el saber que depararía la historia de este personaje. Un oso que siempre acompaño a ese niño, aconsejándole y escuchándole.
El alargado y muy innecesario final de la película me conmovió mas de una vez, al ver al pequeño oso acompañar al niño bajo el agua y quedarse atrapado ahí por muchísimos años.
Al ver avanzar la historia una angustia se desataba a causa de este pequeño animal de peluche. Necesitaba asegurarme que acabaría bien, que de una u otra forma, la historia le daría un buen final a este personaje del cual no muchos se preocupaban ya que el principal debía generar mucha mas expectativa...
Y fue imposible no derramar lagrimas al instante en que la cámara se alejaba de la habitación en que el niño dormía junto a su madre (intentando de que uno pudiera deducir que ese dormir era por siempre) y el pequeño Teddy se subía a la cama y se quedaba sentado observándolos.
De modo que la angustia volvió... Que horrible final pudieron darle a este pobre animal que justo en ese momento todo lo que el tenia lo abandonaba y se quedaba solo en el mundo, con nadie mas a quien hablarle y guardarle cariño.
Y quizás admito que estaba reflejando mis propios miedos en ese pequeño animal, por que al palpar las lagrimas en mis mejillas me imagine a mi en el cuerpo de felpa siendo abandonada, sintiendo de pronto la fría y asquerosa soledad.
Era terrible... no habian palabras para abarcar la infinita angustia y dolor
Por lo mismo, no hay nada mas que rescate con tanta fuerza que la increible ternura del fiel y amigable Teddy, ese personaje que me robo el corazón por completo.
Quiero un Teddy ahora :c
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