lunes, 15 de agosto de 2011

Quiero entender

Y a veces pensarlo más de la cuenta sólo reafirma el sin fin de habitaciones blancas, impregnadas con pedazos de vivencias casi perdidas.
Sostener aquel vaso, consciente y dejarlo sobre un lugar olvidado junto con el pedazo de conciencia que querías mantener intacta.
Sentir... más, mucho más de lo que tu creías que podía llegar a ser sano, o mucho más de lo que tu querías dedicar a analizar por las noches. (muchas noches)
La piel, el camino infinito que recorren los ojos entre el humo y la luz incandescente, entre el si y el no casi inducido.
Quiero entender... Por que de pronto algo que nunca había tenido sentido, parecia ser la opción más factible, razonable, limpia, borrable... asquerosamente borrable.
Dedicar todas las fuerzas en ser razonable con la única neurona que esta pensando bien (¿Bien? ) y ganar, de a poco, lentamente casi sin sentir el triunfal telón que se cierra frente a tus narices.
¿Cuantos sinónimos de locura habían sobrevolando el espacio entre ambos? 
¿Que maldición más podría tener por querer renegar la realidad? 
La amnesia selectiva se tomó todo el claro pensamiento que te incluía, que te guardaba, que te delineaba constante y sin prisa.
Había odiado el silencio, pero sólo hasta que descubrí que podía significar algo más intimo y fugaz, algo que nunca tendría sentido y que yo me encargaría personalmente que así fuese.
Que trabajo tan pesado el subir cada estrella que habia descendido a humillar mis palabras, mis movimientos cada vez menos razonables.
Quería entender por que... pero estaba lejos de que mi querer fuese suficiente.


Sencillo escribir poemas, difícil no pensar en ti como inspiración.

Mucho tiempo escribiendo esto, una mierda.

Owari.



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