Te amaré como antes cuando estábamos tan cerca que podría caer la delgada hoja de una rama, y no pasar entre nuestros dedos.
Te amaré hasta que las posibilidades de nosotros corriendo uno junto al otro se deslizen como leche descremada y terminen en nada,
Y te amaré hasta que tu cara esté empañada por el recuerdo lejano, y tu memoria se enfrente a la niebla, y solo puedas ver lejos el recuerdo memorizado de mi rostro en la bruma.
Owari.
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