miércoles, 24 de abril de 2013

Partida en 3

A veces soy de las tuyas
Y creo esperanzas y deseos que se parecen a amores que hubieses tenido sin mi
A veces te escribo
Te hablo a ti como no le hablo a nadie
A veces te quiero los lunes y al final del dia incluso creo que te entiendo (me entiendo)
Y no puedo ver más que un nosotros sin enlaces ni pendientes
A veces no soy tuya
A veces soy del otro 
Y le escribo cuando me siento abrumada por la duda,
por la ventana del 4to piso (por los restos de papeles en mi mochila)
A veces soy de las que te odian
Y te buscan para abrazarte en el fuego de tu extinsión repentina
A veces soy millones y ninguna
Y no se si te conformas, o formas una idea de lo que para mi está bien
(y me perdonas y me perdonas y me perdonas)
A veces el otro me convence de la adicción al tacto ajeno
y me levanto de ese lunes danzante (calmada, salvaje,  todo lo que NO tengo para ti) 
A veces no hay zapatos que calzen con los pies que me animan al salto 
y tu y el y ellos no existen 
Y no hay con quién tomarse un cafe, tomarse la mano, tomarse las molestias.
No hay con quién tomarse
A veces estoy dispersa y te quiero a ti y a el y a todos.
Y no me entienden, y no me entiendes 
y yo no entiendo cómo es que el amor no me puede caber en un sólo par de ojos
rodillas, manos, piernas, costillas.
Y yo no entiendo como es que el amor no me cabe en el cuerpo
y se escapa dejando marcas en dos pares de amnesias, en cuatro pares de manos
en cinco poemas con distintas casas.
A veces te recuerdo con el alma apretada 
y la emergencia surge de los bordes de mi cama partida en retazos
en olores, en cabellos de pelo como cenizas donde hubo fuego
A veces mi corazón se apaga 
y no estás tu ni el otro ni nadie
y sólo me quedan mis hojas y el dolor anónimo de los que no han de resignarse
los amorosos de sabines que NUNCA-han-de-resignarse.

Owari.