jueves, 23 de mayo de 2013

Con el corazón en la mano

Yo comencé a hablar con el corazón en la mano
(Los puños apretados incendiando el ocaso de un recuerdo)
Y no era fácil poder determinar si aquello estaba irreductiblemente mal
No era fácil ahogarme en culpas que no eran tan mías (ni tan tuyas)
Y me acordé que Zahara tenía una canción que tintineaba con estos acordes mal paridos
(Ascensores prohibidos, pecados com-partidos)
Yo seguí hablando con el corazón en la mano
A pesar de la cólera y las miradas furtivas
A pesar del desconcierto de no estar parada sobre el mismo espacio (tu espacio)
Las culpas comenzaron a estallar y yo seguía con el corazón en la mano
Y  de pronto estaba desnuda, expectante a que me lo quitaras y decidieras hacer algún acto de buena fe
(Volver y revolverlo todo, volverlo cenizas que cuenten historias)
Definirte era querer vivir para contarlo (y explicarlo en prosas que tuviesen sentido) 
El principal problema no eras tú siendo partícipe de aquel prólogo improvisado
El caos verdadero era (y es) el hecho de que me conociste 
Inevitable y desgraciadamente

Con el corazón en la mano.

jueves, 2 de mayo de 2013

Sinónimos y lluvia

Usted nunca entendió nada 
Yo deseaba abandonar los dibujos y caminar por senderos llenos de partituras silenciosas.
Quería mostrarte mi pais y anotar la dirección de mi casa en un folleto viejo 
Quería memorizar tus manos y la curva que hace a tu cintura algo más que una cintura 
Realmente me hubiera gustado que me mintieras con tu nombre y tu segundo nombre, que me dijeras que te falto (aunque no te falte) 
Yo quería apagar el fuego y estrellar la copa contra el espejo.
Te miento
Yo quería que me dijeras lo que sea. 



Irreductible

Estaba transcribiendo mis lamentos y me acordé que las jaulas habian estado abiertas.
Estoy llorando las putas ausencias llenas de ti y mientras son las 11 y las 12 y son de nuevo las 11 y te pienso y la maldita jaula está más abierta que tus ojos palpando el ocaso de un recuerdo (que no es mio)
Me enrabio
Los rulos no van a ser tuyos, ni los canarios volviendo a la vida, ni mis insomnios silenciosos.
Te digo
Yo estoy jurando versos a la distancia.
Y esperando a que la jaula se cierre y los canarios decidan volver a hablar (conmigo) 

Owari.


Tu culpa.