domingo, 6 de abril de 2014

Papel picado

Hay un hueco en mi corazón para aquellos que el equilibro no les importa si se están balanceando con gusto
Para la paradoja de querer tener memoria y no saber muy bien que hacer con ella (no hablemos de justicia, hablemos de amor)
Hay uno también para aquellos que hicieron de mis desventuras una suerte de gratitud cósmica
Para los que me sostuvieron con las manos lo construido (y lo destruido)
Hay un hueco en mi corazón para los que el diccionario les ajustició los poemas y les hizo patear a Borges al estante de los castigados.
Para los que hicieron de mi útero un jardín de flores nuevas
Hay un hueco también a los propensos al equilibro
a los que cuestionan al laberinto (sin saber salir de él)
A Whistler que se limitó a decir "Art Happens" (el arte sucede) lo cual equivale a admitir que el hecho estético es, por esencia, inexplicable.
Hay un hueco en mi corazón para esas piernas que se enredaron con las mías y me invitaron a un desvelo de risas en el fuego de los extraviados. 
Y contrario a lo que se cree, uno si puede vivir con esto. Porque nosotros los ajusticiados somos como papel picado. Los huecos nos dan forma.


Owari.