jueves, 16 de diciembre de 2010

Tregua


No lo veia desde hace mucho tiempo. Y quizas por eso mismo su impresión fué aún mayor cuando al abrir la puerta de su hogar se encontró con aquellos ojos y aquel perfume que pareció invadir todo un kilometro de sus pensamientos.

-Wine bastard...- murmuró casi con la seguridad de que este no lo había oído.

-Oh, Mon Petit Anglaterre, como has envejecido, podria jurar hasta que te salieron algunas canas,- El Frances lo abrazó con ese exceso de confianza que al ingles siempre le habia molestado.

-What...,- Un empujón tosco y hasta insistente alejó al Frances ,- ¿se puede saber que mierda haces aqui?.

-Esa es la manera en la que recibes una visita tan importante?, se nota que has perdido toda la educación que tienes...,- Un gesto exajerado se pintó en el rostro del Frances quién sin prestar atención a Arthur entro a la casa sacandose la chaqueta que traía.

El ingles mantuvo una postura tensa, quería golpearlo y luego sacarlo a patadas de su casa. Pero algo en el reflejaba un sentimiento distinto, algo que por el momento no se molestaria en averiguar.

-¿Y bueno? no me invitarás una taza de té o algo? traje unos pastelillos,- El Frances le mostró una caja floreada con un listón rojo rodeandola.

Arthur bufó vencido y le recibió los pasteles con molestia.

-¿No podías ir a joder a otra persona?

-No, lo siento Anglaterre, joderte a ti es como un deporte.- el Frances se detuvo frente a los ojos verdes quienes desviaron su vista al suelo.

Oh God, lo mataría, Claro que lo haría, but no antes de vencer la inquietud y el maldito sonrojo que se colaba en sus mejillas.

Fuck you.

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