domingo, 27 de febrero de 2011

El ultimo fosforo mojado


Desplomada sobre el suelo, conciente de que todo aquello era cierto
Pensé... ¿Por que?
Pudiste guardarte el habla
Pudiste no haberme dicho mañana.
Si pudieras saber que tan contrariado es todo lo que tu y yo hemos vivido
entenderias porque no te llevo en mi boca
Y por que te negue tanto que hasta a momentos creia que realmente eras un sueño
A vista de todos, incluso de aquellos que te veían
Y detesto haberme conciderado a ultimas penas sólo una elección burocratica
sólo un medio para crear lo que tu te imaginabas
Detesto que me hayas guardado en una caja de cristal, brillante y luminosa.
Y me hayas tenido ahí, aterrado de que alguien pudiera lastimarme o hacerme cambiar de opinión.
Hey, es dificil desprogramarse, pero yo se lo que no soy.
Lo que me duele es no saber lo que tu eres.
Al menos hasta aquel dia
Por que no me puede quedar más claro lo que un vaso de alcohol puede hacerle decir a una persona
Y te cuento, hacer como si nada no es algo que yo haga muy bien.
Entonces, te escribo para contarte una historia que es sobre lo real, sobre sinceridad y gente imperfecta, que habla de noches donde el sol no recuerda que está iluminando la luna y donde los labios no recuerdan el desconcierto y la perpetua condena de vivir en el suelo.
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Vuelves a mí por que al asesino siempre vuelve al lugar del crimen
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Owari

miércoles, 23 de febrero de 2011

Igual me sorprendo

Bueno, no sé si seguir la linea de los hechos y más aún, no sé si aceptar a dejarlo todo atras.
No sé si convinar las idas y las vueltas llenas de indicios y espasmos, de oscuras noches estrelladas y de rojos atardeceres reflejados en el mar.
No sé si seisientas fotos son suficientes para abarcar el breve espacio en colores que mis ojos quisieron admirar.
(a momentos, por que a veces creeme que no quería ver colores y menos sombras y cuerpos)
Tu cuerpo
Es que eso es muy poco. Igual que el tiempo imprevistamente fragil.
Por eso quizas, no me siento tan culpable al revisar lo poco que me dedique a escribir en mi estadía en la isla.
Hubiera escrito muchas cosas.
Quizas una sonrisa, un verso, una canción.
Pero estoy aquí, atribuyendole un siglo y medio a todo lo vivido y quitandole sólo veinte minutos por que necesito dormir y quizas ordenar mi cabeza.
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No sé si alguna vez les ha pasado
pero quién sabe.
Quizas realmente no pertenezco a aquí
Owari