Se supone que ya pasados los días, debía encontrar una fuga que me sacara del recóndito espacio al borde de tu cama.
Pero no...
Aun se flagelan mis pensamientos, con tus palabras de un extraño acento que no me en-cantaba tanto antes que te re-conociera.
No estoy teniendo una idea ¿Lo notaste?
Y desde donde estoy me levanto, camino, dejo irse el sol y me abstengo de encontrar la aguda inmensidad al costado de la herida en mi pie izquierdo.
Y es que me encanta y me apena saber que sanará como se curan las palabras que usé intentando odiarte.
No era una respuesta.
¿Fingir?
Eso lo aprendí desde el primer momento
Pero a vos, a vos tendría que amarrarte y encerrarte en uno de esos futuros donde estas conmigo.
Owari.
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