A penas me muevo sin sentirme ausente,
por inercia entrelazo palabras que tengan sentido,
huelo al jabón y a perfumes que me disfrazan el desconcierto
a dura penas consigo moverme en este lenguaje atroz
No entendiendo instrucciones ni plazos de una semana
me asustan los rincones y las tazas vacías
Por eso, nunca así
en el pálpito ajeno de mi esperanza (la tengo poniendose guapa)
Creí que me querrías como se quieren las constantes
los números pares
las mariposas amarillas
Creí que te quedarías a escuchar libros e intentos
(a veces más libros, a veces más intentos)
No creí (Diosito me tiene Fe)
que quisieses inhalar y vivir de alguien
que no es veneno pero es nefasta
que no es noche pero es difusa
No me imaginé que podrías coincidir en los dolores
acariciar las certezas como pájaros avergonzados
violentar los espacio vacíos para dar respuestas
No creí posible la poesía de tus labios
narrando intentos que se hicieron conquistas
tatuando cosquillas y palpitos de oro
reponiendome del hastío de ser lectora (mis ojeras lo prueban)
No estaba en mis planes tocarte el alma
y ver el mundo más bonito en tus ojos... ( como jaulas que parecen abiertas)
Eres como lo irrepetible de cada amanecer
el minuto, la frontera, el abismo, el paisaje ( el mensaje)
Eres casa, eres hogar
de mis flaquezas moribundas decidiste hacerte cargo
No lo creía posible
[Quítame el frio
y dejame el temblor.]
Lo que pasa es que tu creías que las palabras se las llevaba el viento, y yo sentía como me quemaban el alma.
miércoles, 11 de septiembre de 2013
viernes, 26 de julio de 2013
Palabras de amor en tiempo dificiles
Palabras que se escucrren en la piel y caen al suelo como años y eras incontables
Palabras en la insignificancia, en lo moribundo, en el reflejo de lo incandescente
(como tus ojos, arritmicos, acechantes )
Dificil escribir te quiero con feroz evidencia
con latidos y estruendos
Porque resulta que tal vez si y tal vez no
Porque resulta que es dificil decir te quiero en estos tiempos
Decir te quiero con urgencia
Dificil estrellarse en la transparencia
caer en las cajas donde el amor se guarda
Esconderse en las sabanas a burlar el tiempo y espacio
Dificil desvanecerse a ojos cerrados
y llenarse el cuerpo de adjetivos y teoremas temblorosos
(Ya está, yo estaba teniendo una idea)
Owari
jueves, 27 de junio de 2013
Seremos Alma
Que alguien le diga a ese hombre (semblante de un claro de luna, recuerdo de un mago silencioso)
Que apareció con la sonrisa perpétua y el invierno encajado en el pecho
Que se le vieron las intenciones en los bordes de su alma y trajo un huracán que le reveló hasta la esencia.
Que alguien le diga que lo confundí con un abismo y que me sostuvo los pensamientos rebeldes y enloquecidos del desconcierto
Que alguien, ¡porfavor! le explique cómo sus palabras se adentraron en mis vertebras, cosquilleantes como pestañas rozando la impaciencia del tacto.
él, el reflejo espectador, el que espera, el que me consoló los desencantos y transformó la poesía a su imagen y semejanza
Que alguien le diga que en noches donde yo le escribía, la filosofía le acarició la existencia y sembró en sus manos la virtud de arrancarme las dudas
El Filosofo del desconsuelo, de los labios temblorosos.
Con el que recorrí el inexplorable placer perverso de no salvarse, con el que disfruté la insensatez de los labios y el idioma del tacto.
Que alguien le cuente el infame frenesí que producen sus ojos espontáneos, usurpadores de la elocuencia, grandilocuentes, i-rre-du-cti-bles
El, el que me conoció con el corazón en la mano y los nervios en la punta de los dedos
Con quién me emborraché el alma de poesía romántica y turbulenta
Nosotros estamos destinados a caer del acantilado
a enseñarnos con el roce el espiral de la inmensidad
a dormirnos en el mismo espacio, invocando absurdos con sabor a gloria
a besarnos las dudas, las ideas, las mejillas y las pestañas
a leernos los pensamientos, las manos en la piel y la respiración acompasada
¡Dios! Que alguien le diga a este escultor que me acompañe las manos y me suavice los labios!
Que le adjudique versos a mi agónica sonrisa enardecida
Que se haga libre y juege y regrese sin pensarlo
Que alguien le pida que me encuentre
un día, de palpitaciones desmedidas
y me mire (sin verme)
se acomode en mis pupilas
y me sumerja en el encanto de lo infinito
Yo lo sé
Tú y yo
Seremos alma.
Owari
Que apareció con la sonrisa perpétua y el invierno encajado en el pecho
Que se le vieron las intenciones en los bordes de su alma y trajo un huracán que le reveló hasta la esencia.
Que alguien le diga que lo confundí con un abismo y que me sostuvo los pensamientos rebeldes y enloquecidos del desconcierto
Que alguien, ¡porfavor! le explique cómo sus palabras se adentraron en mis vertebras, cosquilleantes como pestañas rozando la impaciencia del tacto.
él, el reflejo espectador, el que espera, el que me consoló los desencantos y transformó la poesía a su imagen y semejanza
Que alguien le diga que en noches donde yo le escribía, la filosofía le acarició la existencia y sembró en sus manos la virtud de arrancarme las dudas
El Filosofo del desconsuelo, de los labios temblorosos.
Con el que recorrí el inexplorable placer perverso de no salvarse, con el que disfruté la insensatez de los labios y el idioma del tacto.
Que alguien le cuente el infame frenesí que producen sus ojos espontáneos, usurpadores de la elocuencia, grandilocuentes, i-rre-du-cti-bles
El, el que me conoció con el corazón en la mano y los nervios en la punta de los dedos
Con quién me emborraché el alma de poesía romántica y turbulenta
Nosotros estamos destinados a caer del acantilado
a enseñarnos con el roce el espiral de la inmensidad
a dormirnos en el mismo espacio, invocando absurdos con sabor a gloria
a besarnos las dudas, las ideas, las mejillas y las pestañas
a leernos los pensamientos, las manos en la piel y la respiración acompasada
¡Dios! Que alguien le diga a este escultor que me acompañe las manos y me suavice los labios!
Que le adjudique versos a mi agónica sonrisa enardecida
Que se haga libre y juege y regrese sin pensarlo
Que alguien le pida que me encuentre
un día, de palpitaciones desmedidas
y me mire (sin verme)
se acomode en mis pupilas
y me sumerja en el encanto de lo infinito
Yo lo sé
Tú y yo
Seremos alma.
Owari
domingo, 23 de junio de 2013
Como balas
¿Estás dispuesto a que yo sufra con tu dolor? ¿Cada hora, minuto, segundo?
Que me duelas
como me duele de Rokha y Borges
Que con ellos yo puedo cerrar el libro, dar vuelta la pagina, sacar a Benedetti y a Sabines y sonreír, pero si me dueles tú
y me arriesgo a quererte
como se quiere con fuerza, como se ama
me arriesgo a que me duelas más
mucho más de lo que me puede llegar a doler un poema ( y vaya que hay poemas que me han dolido, como balas)
¿Estás dispuesto?
jueves, 23 de mayo de 2013
Con el corazón en la mano
Yo comencé a hablar con el corazón en la
mano
(Los puños apretados incendiando el ocaso
de un recuerdo)
Y no era fácil poder determinar si aquello
estaba irreductiblemente mal
No era fácil ahogarme en culpas que no
eran tan mías (ni tan tuyas)
Y me acordé que Zahara tenía una canción
que tintineaba con estos acordes mal paridos
(Ascensores prohibidos, pecados
com-partidos)
Yo seguí hablando con el corazón en la
mano
A pesar de la cólera y las miradas
furtivas
A pesar del desconcierto de no estar
parada sobre el mismo espacio (tu espacio)
Las culpas comenzaron a estallar y yo
seguía con el corazón en la mano
Y de pronto estaba desnuda,
expectante a que me lo quitaras y decidieras hacer algún acto de buena fe
(Volver y revolverlo todo, volverlo cenizas
que cuenten historias)
Definirte era querer vivir para contarlo
(y explicarlo en prosas que tuviesen sentido)
El principal problema no eras tú siendo
partícipe de aquel prólogo improvisado
El caos verdadero era (y es) el hecho de
que me conociste
Inevitable y desgraciadamente
Con el corazón en la mano.
jueves, 2 de mayo de 2013
Sinónimos y lluvia
Usted nunca entendió nada
Yo deseaba abandonar los dibujos y caminar por senderos llenos de partituras silenciosas.
Quería mostrarte mi pais y anotar la dirección de mi casa en un folleto viejo
Quería memorizar tus manos y la curva que hace a tu cintura algo más que una cintura
Realmente me hubiera gustado que me mintieras con tu nombre y tu segundo nombre, que me dijeras que te falto (aunque no te falte)
Yo quería apagar el fuego y estrellar la copa contra el espejo.
Te miento
Yo quería que me dijeras lo que sea.
Irreductible
Estaba transcribiendo mis lamentos y me acordé que las jaulas habian estado abiertas.
Estoy llorando las putas ausencias llenas de ti y mientras son las 11 y las 12 y son de nuevo las 11 y te pienso y la maldita jaula está más abierta que tus ojos palpando el ocaso de un recuerdo (que no es mio)
Me enrabio
Los rulos no van a ser tuyos, ni los canarios volviendo a la vida, ni mis insomnios silenciosos.
Te digo
Yo estoy jurando versos a la distancia.
Y esperando a que la jaula se cierre y los canarios decidan volver a hablar (conmigo)
Owari.
Tu culpa.
Estoy llorando las putas ausencias llenas de ti y mientras son las 11 y las 12 y son de nuevo las 11 y te pienso y la maldita jaula está más abierta que tus ojos palpando el ocaso de un recuerdo (que no es mio)
Me enrabio
Los rulos no van a ser tuyos, ni los canarios volviendo a la vida, ni mis insomnios silenciosos.
Te digo
Yo estoy jurando versos a la distancia.
Y esperando a que la jaula se cierre y los canarios decidan volver a hablar (conmigo)
Owari.
Tu culpa.
miércoles, 24 de abril de 2013
Partida en 3
A veces soy de las tuyas
Y creo esperanzas y deseos que se parecen a amores que hubieses tenido sin mi
A veces te escribo
Te hablo a ti como no le hablo a nadie
A veces te quiero los lunes y al final del dia incluso creo que te entiendo (me entiendo)
Y no puedo ver más que un nosotros sin enlaces ni pendientes
A veces no soy tuya
A veces soy del otro
Y le escribo cuando me siento abrumada por la duda,
por la ventana del 4to piso (por los restos de papeles en mi mochila)
A veces soy de las que te odian
Y te buscan para abrazarte en el fuego de tu extinsión repentina
A veces soy millones y ninguna
Y no se si te conformas, o formas una idea de lo que para mi está bien
(y me perdonas y me perdonas y me perdonas)
A veces el otro me convence de la adicción al tacto ajeno
y me levanto de ese lunes danzante (calmada, salvaje, todo lo que NO tengo para ti)
A veces no hay zapatos que calzen con los pies que me animan al salto
y tu y el y ellos no existen
Y no hay con quién tomarse un cafe, tomarse la mano, tomarse las molestias.
No hay con quién tomarse
A veces estoy dispersa y te quiero a ti y a el y a todos.
Y no me entienden, y no me entiendes
y yo no entiendo cómo es que el amor no me puede caber en un sólo par de ojos
rodillas, manos, piernas, costillas.
Y yo no entiendo como es que el amor no me cabe en el cuerpo
y se escapa dejando marcas en dos pares de amnesias, en cuatro pares de manos
en cinco poemas con distintas casas.
A veces te recuerdo con el alma apretada
y la emergencia surge de los bordes de mi cama partida en retazos
en olores, en cabellos de pelo como cenizas donde hubo fuego
A veces mi corazón se apaga
y no estás tu ni el otro ni nadie
y sólo me quedan mis hojas y el dolor anónimo de los que no han de resignarse
los amorosos de sabines que NUNCA-han-de-resignarse.
Owari.
jueves, 28 de marzo de 2013
No estamos triste
En este momento en que las dudas se hacen dueñas de mi sentido de sobreviviencia, deseo con todo mi corazón desvalido que me digas algo.
Lo que sea.
No estoy esperando que te pares frente a mi y me mires con ojos de estar completamente cuerdo y capaz de soportar el peso de mis locuras (que son grandes, más grandes de lo que te puedas llegar a imaginar)
Tampoco espero que me sostengas con tus manos y me arropes en este mar de inceridumbres que inventé en un infame intento de seguir siendo yo.
Por que no quiero dejar de serlo, no quiero dejar de ser y estar metida en mi incertidumbre, mi pelo quemado y mis rodillas moradas.
Pero, nunca pensé que me darias tantas ganas de ser diferente
Y de que me digas algo.
Lo que sea.
(Invierno no vengas que yo estoy aquí, ahogandome en una balsa de agua y charcos de lodo)
Lo que sea.
No estoy esperando que te pares frente a mi y me mires con ojos de estar completamente cuerdo y capaz de soportar el peso de mis locuras (que son grandes, más grandes de lo que te puedas llegar a imaginar)
Tampoco espero que me sostengas con tus manos y me arropes en este mar de inceridumbres que inventé en un infame intento de seguir siendo yo.
Por que no quiero dejar de serlo, no quiero dejar de ser y estar metida en mi incertidumbre, mi pelo quemado y mis rodillas moradas.
Pero, nunca pensé que me darias tantas ganas de ser diferente
Y de que me digas algo.
Lo que sea.
(Invierno no vengas que yo estoy aquí, ahogandome en una balsa de agua y charcos de lodo)
domingo, 17 de marzo de 2013
Después de la calma
Soñé que no había nada que yo pudiese considerar más vivo que el caminar cansado por los senderos de mis recuerdos.
Soñé que había noches con luz y frío que calaba y golpeaba hasta la última hoja de mis cuadernos.
Soñé y Soñé que despertaría de la dicha de estar loca, locamente hipnotizada por la voz, el tacto y la difusa silueta de un recuerdo (vivo , casi humano, más humano de lo que yo podría llegar a amar)
Soñé y no soñé al recuerdo humano por que sabía que estaba fuera de mis sueños, más cerca, merodeando en la desfachatez de saberse importante.
Soñé la lluvia y se me mojó hasta el alma
Soñé el fuego y me abrazó hasta volverme cenizas
Soñé caminos de tierra y quise levantarme
Soñé con personas que eran libros, historias y luces que se irían sin regresar. Y estaban ahí en un pedazo de sueño que corría como la corriente de un mar furioso y todos sabemos, incluso los que vivimos en un sueño, que el mar arrasa y golpea y que después lo único que queda y que deja... es la calma.
Parir poemas en Cucao (parte 1 ?)
Soñé que había noches con luz y frío que calaba y golpeaba hasta la última hoja de mis cuadernos.
Soñé y Soñé que despertaría de la dicha de estar loca, locamente hipnotizada por la voz, el tacto y la difusa silueta de un recuerdo (vivo , casi humano, más humano de lo que yo podría llegar a amar)
Soñé y no soñé al recuerdo humano por que sabía que estaba fuera de mis sueños, más cerca, merodeando en la desfachatez de saberse importante.
Soñé la lluvia y se me mojó hasta el alma
Soñé el fuego y me abrazó hasta volverme cenizas
Soñé caminos de tierra y quise levantarme
Soñé con personas que eran libros, historias y luces que se irían sin regresar. Y estaban ahí en un pedazo de sueño que corría como la corriente de un mar furioso y todos sabemos, incluso los que vivimos en un sueño, que el mar arrasa y golpea y que después lo único que queda y que deja... es la calma.
Parir poemas en Cucao (parte 1 ?)
Hojas que ya cayeron
Cosas que debo plantar:
-Mis ojeras en algún lugar remoto a mi cara
- Mis palabras perfectamente ideadas en tu perfecta capacidad para no entender códigos
- Tu fuego en el lugar más inóspito de mi ser (al costado de mi irracional sentido de autodestrucción)
- El miedo en medio del mar que arraza
- El amor de los buenos en el centro de mi universo (el de verdad)
No puedo hacerlo todo bien, y es obvio que te repelo tanto como deseo acercarte, pero estoy bien, y quizás no tengo la capacidad de hacer una aceptación completa y no creer que eso va a hacer mi vida algo incontrolable. !Pero está bien!, por que el hecho de que seas y no seas, y el que no seas me haya enseñado más que el que nunca fuiste, me hace sentir que la complicidad a veces te hace caminar por lugares que necesitas transitar solo. Pero, al fin y al cabo,creo que mereces saberlo.
Owari.
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