lunes, 27 de junio de 2016

Solo elígeme

Quería decirte que me eligieras
Qué tal vez no es la mejor idea. No tengo argumentos para decir que esta es la mejor decisión que puedes tomar, porque no lo sé. Lo único que sé es que si estuviésemos al revés yo sí te eligiria y tal vez esa no es razón suficiente, tal vez no lo vale, pero es lo único que tengo
Quiero que me elijas porque sé que te gusta viajar, sé cómo frunces tus labios cuando vas a reírte y también sé cómo frunces las cejas cuando algo que digo te molesta. Conozco cuál es el olor de tu cuello al despertar por la mañana y la textura de tu pelo en mis dedos. Sé que un día fuiste a buscar a la perrita del Vicente al veterinario porque nadie más podía, y te hiciste cargo de ella. Sé que un día saltaste un mesón para ayudar a una niña que estaba teniendo un ataque y que te subiste al caballo de la plaza Italia en una celebración. Sé que eres inteligente y graciosos. Que te gusta jugar a la pelota y ver documentales. Que a veces eres serio y frío pero que tus manos siempre están tibias al sostener las mías.
Quiero que me elijas porque hay tanto más que quiero saber sobre ti,  cuál es tu color favorito y donde te gustaría estar en este mismo instante. Quiero saber qué es lo último en que piensas antes de dormir y cuál fue la última vez que sentiste pena hasta llorar. Quiero que me expliques cosas con términos médicos que jamás voy a entender y que compartas el vaso conmigo no importa que haya en su interior. Quiero que te enojes conmigo pero que me perdones, que me prepares un pan tostado con mantequilla a cualquier hora y en cualquier lugar
Quiero quedarme
Por eso elígeme 

Por favor, elígeme 

Owari

miércoles, 15 de junio de 2016

Clandestino

No habia escrito sobre la dicha de caer de nuevo entre tus lineas
En la clandestinidad de lo insensato decidí postergar mi amor propio, mi mesura
En aquel pasaje oscuro de in-decisión me frecuenta el recuerdo de tus labios
extraigo la alusión de tu cuerpo aferrado al mío 
Pero no hay un jodido elemento en este trance que no haga de un mal habito desear que me elijas de nuevo, a cada instante. 
Yo me deslizo aun por los bosques donde me hiciste pedazos, donde me construiste el ansia de no irse jamás 
Pero esto no es tu culpa
Yo te perdoné las manos en mi cuello. Ambos sosteniendo el vaso que nos llevaría al desastre. 
Te perdoné tus ojos sobre mis ojos, mis palabras girando paralelas al juicio
Te perdoné la risa en medio del delirio, tus piernas temblando en ese desastre eterno  
Lo que me molesta es que aun cabe tanto dentro de este palpitar
Hay tanto espacio en este tic tac de horas, calendarios necios, que no me induce sentarme a esperar tu intermitencia, tu misterio
tu andar clandestino 
porque tus adjetivos ocupan y desocupan y coronan de palabras este escrito 
Y lo hacen tuyo, como todo lo que dejaste cuando me desvestiste
y sembraste en mi la irrealidad de tu nombre

(Que más)

Owari