Yo no dejé que terminara el dia
sin crecer un poco
sin azotarme la cabeza intentando enmendar lo infinito
(infinito como yo no soy infinita)
Y tu sabes como mentimos los poetas
cuando creemos que todo se irá abajo
sin saber siquiera
Que dentro de nuestro poema
no hay techo ni suelo
(Ni tampoco donde sentarse)
Yo no dejé que terminara el dia
sin limitar lo corporeo
sin disgregar las hojas y los pedazos de ausencias
(que corrían por la casa como gatos furiosos)
Yo solo recuerdo a una sombra
que arranqué del piso
como un mapa
con los lugares donde cruzó mi llanto.
Owari
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