jueves, 30 de junio de 2011

Pena de vida


Abrir mi correo
en el computador
esperando encontrar
un email tuyo
y no encontrarlo
abrirlo cada día
cada minuto
y no encontrarlo
y tener miedo
de mirar mi correo
y pasar los ojos
por cada mensaje
buscando el tuyo
y no encontrarlo
y estar a punto
de romper la pantalla
de un puñetazo
y no encontrarlo
pero abrirlo de nuevo
y de repente
ver tu nombre
y leer el texto
aguantando apenas
la respiración
y llegar temblando
a la última línea
a la última palabra
y no querer respirar
nunca más en la vida
y querer caer muerto
encima del teclado.
Óscar Hann , Esperando tu email

Gracias Óscar, por regalarme la esperanza de no haber sido la única con una cabeza capaz de azotarse contra un teclado y vivir para contarlo (y escribirlo con esa delicadeza de letras vanguardistas)


En tus manos dejo el tic tac, de un corazón bordado.

viernes, 24 de junio de 2011

Teddy


Siempre me han conmovido las películas mas insólitas, por ejemplo con titanic no fui capaz de llorar una sola lagrima, pero en cambio con king kong simplemente era imposible detener el llanto incesante al ver como los aviones derribaban a la bestia.
Creo que eso fue lo que ocurrió nuevamente... Y es que desde el primer momento en que vi al pequeño oso de nombre Teddy, me dio una curiosidad el saber que depararía la historia de este personaje. Un oso que siempre acompaño a ese niño, aconsejándole y escuchándole.
El alargado y muy innecesario final de la película me conmovió mas de una vez, al ver al pequeño oso acompañar al niño bajo el agua y quedarse atrapado ahí por muchísimos años.
Al ver avanzar la historia una angustia se desataba a causa de este pequeño animal de peluche. Necesitaba asegurarme que acabaría bien, que de una u otra forma, la historia le daría un buen final a este personaje del cual no muchos se preocupaban ya que el  principal debía generar mucha mas expectativa...
Y fue imposible no derramar lagrimas al instante en que la cámara se alejaba de la habitación en que el niño dormía junto a su madre (intentando de que uno pudiera deducir que ese dormir era por siempre) y el pequeño Teddy se subía a la cama y se quedaba sentado observándolos.
De modo que la angustia volvió... Que horrible final pudieron darle a este pobre animal que justo en ese momento todo lo que el tenia lo abandonaba y se quedaba solo en el mundo, con nadie mas a quien hablarle y guardarle cariño.
Y quizás admito que estaba reflejando mis propios miedos en ese pequeño animal, por que al palpar las lagrimas en mis mejillas me imagine a mi en el cuerpo de felpa siendo abandonada, sintiendo de pronto la fría y asquerosa soledad.
Era terrible... no habian palabras para abarcar la infinita angustia y dolor


Por lo mismo, no hay nada mas que rescate con tanta fuerza que la increible ternura del fiel y amigable Teddy, ese personaje que me robo el corazón por completo.


Quiero un Teddy ahora :c 

miércoles, 22 de junio de 2011

Lo bueno de tu ausencia

Lo bueno de tu ausencia es que a veces te extraño
y me siento a inventarte en los espacios definidos de tu recuerdo
(que son inviernos llenos de cuadros post-modernos)


Lo bueno de tu ausencia es que regresa la inspiración
Y a veces, después de inventar la impaciencia y el tacto
mis pensamientos se coagulan despacio.
Llenando de números y sueños las cavernas del frío 


Lo bueno de tu ausencia es que te da mas vida
Mas de la que yo quisiera darte cuando estas frente a mi
y te hace mas grande de lo que mis hojas arrugadas se atreverían a dibujar


Lo bueno de tu ausencia es que me pierdo
al intentar encontrar una salida del laberinto 
que quiere llegar a ti.


Lo bueno de tu ausencia es que te espero
canturreando los versos de algún poeta de turno
muriendo de frío sin saber si realmente es a ti a quien espero
pero aun así te espero.


Lo bueno de tu ausencia es saber que tu también sientes mi ausencia
y que aquello le da complicidad a nuestros retratos
en un silencioso secreto de ojos impacientes.


Lo bueno de la ausencia es que se acaba
y cuando eso ocurre
 en discreta armonía sumamos uno
y dejan de haber palabras, canciones y húmedas mejillas.


Owari.


Puedo morir tranquila

lunes, 20 de junio de 2011

Hagamos un trato



Compañera
usted sabe

que puede contar
conmigo
no hasta dos
ni hasta diez
sino contar
conmigo

lunes, 13 de junio de 2011

Dreams

Estoy harta de soñar con tanta gente extraña y con tantos lugares que creí haber conocido
Recuerdo que todo comenzó conmigo en aquel sueño en donde aceptaba y parecía que había navegado un día de lluvia y me había mojado hasta el alma. (creo que era valparaiso)
Y luego de un rato despues apareciera sosteniendo la mano de alguien YA OLVIDADO que se había colado con delicadeza y había terminado aferrada a la mía
Luego aparecí de un momento a otro junto a mis amigas meciéndome en un columpio para luego entrar a una sala y encontrarme con mi curso vestido de polerones rojos
Después de eso me encontré con mis ex compañeras de básicas sosteniendo un cuaderno donde había guardado todos los recuerdos de esos tiempo (libro que vote un día, pero en el sueño parecía que eso no había sucedido).
Después apareci en los condominios rojos donde solía ir a jugar con prima, pero esta vez estaba celebrando con gente con la que estoy segura que nunca saldré a celebrar. Parecía año nuevo...
Y luego de la nada aparecí en la isla, caminando en un día nublado. Había mucha gente y rostros conocidos, iba camino a la casa de mi Tia Toya y en el camino me encontraba con un amigo y junto a el un perrito de color negro.


Nunca vi mis pies, probablemente no los tenia.


Eso es todo
(perdon por las incoherencias y la faltas de conectores. Es el sueño, eres tu) 

martes, 7 de junio de 2011

No te salves



No te salves Ahora ni nunca 
No te quedes sin labios, No te duermas sin sueño 
Pero si te salvas
entonces
No te quedes conmigo


Owari.

domingo, 5 de junio de 2011

Ver pasar los inviernos



A ella le gustaba deslizar sus dedos causando en la fina piel ajena esas cosquillas, a su acompañante en cambio le gustaba que sus manos se perdieran en aquellos cabellos lacios que se enredaban en su cuello cuando los labios de ella decidían hacer travesuras.
Ella siempre le preguntaba a su acompañante si se hacia una idea de lo que estaban haciendo, del error que cometían cada noche al acercarse, tocarse y mirarse con el simple reflejo de la luna y del intachable blanco de las sabanas
Pero su acompañante contestaba con voz bajita y su mirada se volvía de pronto fría.
Jugaban entre las sabanas, enredaban sus pies y se mordían con la intención de crear fotogramas imborrables, se abrazaban, se arrojaban al suelo y giraban con la risa aturdiendo sus sentidos. 
Se besaban despacio, se tocaban con movimientos acordes al tiempo, a la lluvia, a el viento y a los tic tac del reloj.
A veces su acompañante la insultaba dejando caer gotas de sus ojos, y ella besaba cada una de sus lagrimas
A veces su acompañante encendía un cigarro, mientras ella le hablaba de los dias en los que  no estaba.
Y a veces después del calor entregado y los besos depositados su acompañante se vestía con rapidez y hablaba con seguridad.


-Voy a dejarte, y esto no volverá a ocurrir.


Ella miraba aquel rostro comprensiva y apoyaba su cuerpo semi-desnudo en la cama


-Esta bien...


Su acompañante, entonces detenía la labor y se sentaba en la cama nuevamente.


-Llevo casi 10 años diciéndote lo mismo y tu siempre contestas con un "esta bien" 


Entonces ella levantaba su cuerpo delgado y con sus manos de uñas largas apoyaba su cabeza en las piernas ajenas.


-Yo llevo 10 años intentando entender por que cada vez que te apareces. Todo lo demás deja de importarme. 


Su acompañante, guiándose por esos ojos volvió a hablar


-Y sabes que es lo que mas me duele?- cuestiono sosteniendo con delicadeza el rostro de ella - que a pesar de que llevamos 10 años con "esto" tu no eres mía


Ella sonrió nuevamente 


-Y tu tampoco eres mía... - incluyo besando los labios de aquella persona.


Con rapidez, con un sudor impregnado en sus sienes y un dolor llenando sus almas, por que sabían que a penas el sol saliera, ambas debían vestirse y volver a sus vidas normales, volver a sus hogares, a donde el hombre que habían elegido las esperaba, a donde la vida que habían elegido las esperaba para seguir con ellas.


Y la inexplorable sensación de vacío se quedaba, hasta que nuevamente la locura del desenfreno las convocara en aquel hermoso punto incoherente junto al ruido del silencio expectante.






Esto es culpa de love of lesbian


Owari.

miércoles, 1 de junio de 2011

Huellas


Creo que a ti y a mi nos ocurre que a veces profanamos nuestros recuerdos. 
Pero todo eso depende del humor, los días, las hojas de cuaderno, las horas y la angustia de lo que pueda ocurrir si empezamos a mirarnos a los ojos.
Despacio, al azar de un dialogo infinitamente silencioso, empezamos a acordarnos.
Dos mundos distantes, paralelos, casi infranqueables entran en nuestras palabras, en nuestros versos de media tarde, en nuestros sueños que aceptamos con cierto ademan burlesco e insostenible, algo negable de todos modos.
Y como de común acuerdo (como si realmente hubiésemos firmado algo a muerte) nace el silencio
Suelo empezar yo ( y quizás es mas ridículo que querer darme importancia) con mi antiguo culto a las palabras, a la necesidad de darle significado verbal a todo lo acontecido, a las lealtades mal entendidas y peor pagadas.
Entonces me río de una necesidad sospechosa que muchas veces me sirvió para la desgracia propia, talismán tan grande inspiración.
 Basándome en una serie de notas sueltas, muchas veces contradictorias. Proyecto uno de los muchos finales donde tu y yo (Y notese que el ultimo termino me deja en una utópica cercanía tuya) repetimos una obsesiva espiral de proyecciones en que no existen ni puntos, ni comas, ni margenes, nada capaz de apartarnos ni volvernos menos incomprensibles.
Nada capaz de obligarnos a tolerar que el sol salga todos los días, sin la certidumbre de saber que llegada la noche, antes de volvernos a dormir imaginaremos un universo plástico, cambiante, lleno de hermoso azar, habitaciones con tuyyo, cielos elásticos donde el sol de pronto falta ( y eso hace bien) o se queda fijo o simplemente cambia de forma.
Y se vuelve a nuestra imagen y semejanza.


( hesto hes culpa y halgo del henorme río de palabras con sabor ha Cortazar)

Confín Delfín

Me levanto... y analizo la nostalgia, me resbalo pero no lo suficiente para dejarme caer.
En mis horas de lecturas, que se resumen en distintos tonos de cielo, he llegado a la desconcertante conclusión de que me es imposible sostener el aire con las manos.
Camino, remplazando cada cigarro por un buen tono de las canciones que me hacen pensar.
Y es que creo que cuando escucho música, hace clic ese espacio cerebral donde nadie esta consciente que una de sus neuronas (probablemente la menos inteligente) tiene un castillo color otoño.
Y mi vida inicia con una convicción individual tan potente que me es imposible escuchar nada que no este en mis pensamientos, o nada que esa neurona con su castillo color otoño quiera decirme.
Curioso que de golpe una frase brote así y no tenga sentido.
Pero me conformo, ahora que es invierno me es menos penoso ceder a la melancolía.
ceder a ti
Y recordar (te)

Nada mas
Owari